sábado, 9 de diciembre de 2017

LA APUESTA





       Estrujábase la sesera con desasosiego. Confiaba su talento a los dedos sudorosos y a las palabras aprendidas durante los cortejos a las mozas más que a su corazón. No se sabe qué Genio podría darle tamaña bendición en las letras escritas. Todo por no quedar su orgullo mal herido ante su amigo Sebastián.

      Decíase así mismo lo ardua que le estaba resultando tan exquisita tarea. Maldecíase de pura rabia y preguntábase como había caído en tan escabroso menester, “Si esta lengua aventurera que llega antes que yo a los lances retóricos se hubiera quedado dormida en su cueva, otro gallo me cantase”
La misiva resultábale harto difícil, entre otras cosas porque el mancebo jamás había estado enamorado de moza alguna. Con un poco de vino en las venas trabajábase la honra de alguna chiquilla desventurada que no sabía leer. Con lo cual nunca hubo de esforzarse en trasladar al papel tan lindas ofrendas. Presumía después en la taberna de su portentosa lengua. Sebastián que andaba ya harto de su conferencias tentole con una apuesta. Esta consistía en que escribiera una carta de amor a su amada Dña. Catalina de Fuenfría, pues su desdén y frialdad no estaba tan sólo en el apellido. Si a través de las letras conseguía calentar el agua de Catalina, el amado hidalgo holgazán otorgaríale en pago un corcel blanco con todos sus arneses y gualdrapa.
Sebastián conocía la vanidad de Fernando así como su verbosidad desbarrada, que se aceleraba delante de  las mozas como un tonel de vino cuesta abajo. Pero el auxiliador del lance amoroso  no tuvo auxilio de las Musas. Al verse el infeliz que por su pluma no corría mancha alguna llenose de ira. La taberna donde hacíanse las apuestas resultábale harto odiosa. Levantose de la silla y pidiole al tabernero que le guardara el papel, la pluma y la tinta.
Malhumorado y enardecido presentose en casa de Sebastián. Veíase ya sin corcel y sin honra de literato. Golpeó con furia la puerta de su amigo e indignado gritole apenas éste abríala:
-¡Vive Dios Sebastián! ¿Qué demonio os ha tentado para embaucarme en tan enredada tarea?
-No os ofusquéis buen amigo. Vos siempre presumís de lo bien que lo hacéis todo. Cansado me hallaba de tanta vanidad y erudición de vuestra lengua. Así que presto, decidime poneros a  prueba sabiendo que hace tiempo que deseáis  mi corcel. Que mejor manera de probar vuestra sagacidad con las letras escritas. Compruebo pues, por vuestro   enfado que la lengua tenéisla  más cerca  de vuestro inestimable talento y bastante lejana del corazón.
Sentose Fernando  ya abatido por su propia estulticia en el poyete de la entrada. Sebastián riose un rato hasta que golpeándole en el hombro  invitole a compartir unos vinos en la taberna. Postrado su orgullo pero no mal perdedor, Fernando aceptó de buena gana.


                                                         ©Io_lanthus






lunes, 6 de noviembre de 2017

DEL SER Y LA SED






Un hombre caminaba seguro
por el sendero de la sed.
Unos pequeños pasos le llevaron hacia ella,
Medusa,
perdida en si
desenredando su melena
traslúcida,
repleta de elucubraciones
filosóficas, metafísicas,
sobre el amor y otras formas químicas.

El ansia de beber del caminante
le atrajo inexplicablemente hacia ella,
Medusa,
sedosa de nubes y esporas.

Bastó una risa para que se amaran.
El mundo perdió significado.
Sus círculos se entrelazaron
en un solo centro
y sus murmullos fueron la luz
de las lenguas muertas.
Ese idioma fugaz del fuego
que quema las entrañas y el pretérito sin continuidad.

Tentáculos abrasados en su boca,
ella gimió futuros imperfectos.
El prometió en el Ahora
lo que olvidó tras su despliegue lineal.
Ya en la cuerda floja todo se desplomaría:
          El beso seco de la mano
               la febril cadencia de las notas más altas
                    el mísero espacio que dejaron a sus espaldas.


He sabido
 que él sigue caminando por las auroras del Norte
porque no dejan marca de tentáculos en la sed.
Y ella…
escribió en su filosofía traslúcida
la conjugación del verbo ser.

©Io_lanthus




jueves, 7 de septiembre de 2017

ATANDO CABOS



Cuando leáis esto, lo primero que pensareis es que estoy como una puta cabra. Vale,seguramente así sea. Tengo tanto miedo, por mi, por mis hijos, mi mujer, los vecinos, la humanidad entera, que necesito decirlo, anotar lo que pienso. Necesito hablar de "Ello", esta palabra es una forma de definir el Apocalipsis, me asusta pronunciarla.

Hoy no me han traído la leche ¡vaya por Dios!

A lo que iba, me llamo Juan, como el apóstol al que se le atribuye la escritura del más nefasto evangelio. He oído decir que odiaba tanto a los romanos que en realidad lo que describió era la destrucción de su imperio, no la del mundo actual. Pero, últimamente estoy acojonado y no sé para donde tirar.
Estamos en el año 2017 ¿verdad? El periódico que traen por la mañana me lo confirma. Aquí me llaman "el científico" y dejan que sea el primero en leer la  prensa.
Voy atando cabos. El médico me prohibió que atara cabos, decía que mi mente se estresaba y por eso me daban esas crisis súbitas. Ahora estoy bien medicado y hace mucho que no me ocurre. No soy religioso, lo digo con toda la Fe de la que soy capaz. A veces leo la Biblia porque veo las luchas sociales por establecer un orden a través de jerarquías que a la postre no han llevado a la humanidad a vivir en armonía, aunque esta fuese su pretensión fundamental.

¡Vaya, tengo que dejar este escrito y mi miedo al "Ello" por un momento! Nos llaman para la comida. Sé por experiencia que es mejor obedecer. Cualquier comportamiento extraño por mi parte podría desencadenar un nuevo tratamiento ansiolítico que me deja la mente inservible. Ahora vuelvo.

Bien, vamos a "Ello". Sí, la comida sumamente asquerosa.

Abrí la Biblia por el evangelio del Apocalipsis. Cuando llegué al capítulo 6, versículo 12,  leí esto:

Cuando abrió el sexto sello oí y hubo un gran terremoto...
9 de agosto  2017, terremoto en China provincia de Sichuan, magnitud 7 en la escala de Richter.
...y el sol se volvió negro como un saco de pelo de cabra...
21 de agosto  2017, eclipse de sol en EE.UU.
...y la luna se volvió como sangre...
7 de agosto 2017, eclipse de luna, llamada luna de sangre.
...y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra como la higuera deja caer sus higos sacudida por un viento fuerte...
12, 13 de Agosto 2017 lluvia de Perseidas
...y el cielo se enrolló como un libro que se enrolla...
25 de Agosto al 2 de septiembre, huracán Harvey y en camino el Irma. La imagen del satélite nos muestra un montón de páginas blancas enrolladas.
...y todos los montes e islas se movieron de sus lugares..
24 de Agosto, Suiza, China 23 de junio, Perú 15 de marzo, Colombia 1 de abril. Todos estos desprendimientos de montañas ocurren en 2017. Del 10 al 12 de julio se desprende un iceberg de la Antártida tan grande como cuatro veces la ciudad de Méjico. Frente a las costas canadienses otro iceberg tan grande como una isla.

Bien, esto son los datos. Juzguen por si mismos. ¿No se está produciendo un "Ello" en este mismo año? ¿Qué vamos a hacer? Yo estoy aquí encerrado sin poder recibir visitas ni hacer llamadas de teléfono. Debo esconder este escrito antes de que lo vea la enfermera Jurado. Me amenazó con decírselo al psiquiatra. Estoy acojonado por los míos. Debo portarme bien, tengo que salir  antes de la próxima luna de sangre que será en enero de 2018. Sólo quedan unos meses y empezarán los ángeles a tocar las trompetas. Debo portarme bien, debo portarme bien, debo portarme bien, bien, bien bien.....







martes, 27 de junio de 2017

MIENTRAS NOS QUEDE GRECIA




Sombras tras sombras
dejamos rastros de letras negras.
¿Correr? ¿Hacia dónde?
 Allá a afuera no hay más que el espejo 
que muestra nuestros errores
y nos enseña dónde nos equivocamos.

Revisemos esta columna de vida
que es el poema,
no es un objeto aprehensible
yo lo vierto en tus ojos 
y tú lo experimentas mientras lees.

Las palabras terminan cansando
al lector más ávido
al oidor más curtido
pierden valor por desgaste
como una columna jónica
a través de los siglos
y se convierten en la sombra de lo que fueron, 
Grecia lánguida herida de Cronos.



Acaso sólo queda el chispazo,
ese crear algo que proporcione un instante de locura
pero sólo mientras se construye
mientras lo acaricias con tu mirada,
después todo es sombra y escombros.


Las personas se sorprenden de esta  diablura
y terminan cayendo de la columna
y a veces con rabia
a la poeta la llaman ladrona,
lianta y embustera.
No importa, es una interpretación
que nace de un corazón solitario.
Nos une el efecto de ese vacío que nos engulle,
el amor es otra tierra que no quiere ser arrasada.
El tiempo se acaba
los versos se deshacen
lo jónico da paso a lo corintio.

Para qué escribir entonces...
¿Para correr?
¿Hacia dónde?
Hacia una imagen que nos devuelva la belleza
mientras estemos vivos
mientras quede esa parte de Grecia
que aún se sostiene
con el poder de las eternas piedras,
con los restos
de los breves encuentros. 
  




lunes, 12 de junio de 2017

EL PÁJARO AZUL




      Aquella noche soñó que un pájaro azul se colaba en su alcoba. De súbito quiso entrar en lo más profundo del armario. Le hizo un gesto con la mano diciendo ¡eh pájaro bonito sal de ahí! Y se posó en la lámpara justo encima de la cama de matrimonio. Sacudió el cuerpo del esposo, pero este permanecía dormido con el sueño del guerrero que se sabe amado. Tranquila su respiración, su rostro relajado, su cuerpo extendido entre las sábanas de satén. El pájaro les miraba, tenía aspecto de objeto de porcelana con filigranas de Talavera de la Reina. Desde la lámpara quieto, les observaba. No emitió ningún sonido, nada salía de su alma. Ella decidió abrir la ventana de par en par para que el pájaro saliera ileso. Pero el extraño pájaro no quiso marcharse.
Mientras dormían cada uno su sueño o el sueño los tejía a los dos se asomó descalza al vacío y pudo comprobar que la fachada de su hogar se hallaba repleta de nidos de otras aves.
El pájaro azul seguía allí y la confundía con su presencia. Al cabo levantó un ala y pudo ver que tenía una herida. Se mesó el plumaje  con su pico azul y la herida desapareció.
Despertó, y pudo comprobar que su marido ya se había ido. El ruido de un motor alejándose le decía que partía al trabajo como todos los días. Sentándose entre almohadones estampados de selva  empezó a preguntarse ¿Por qué el pájaro azul se quedó encaramado en la lámpara? ¿Por qué no voló? ¿Por qué se quedó dentro de su cabeza mirándola sin pudor?

Recogió su sombra y sus latidos de corazón y se desvaneció en la conciencia del día con los ojos bien abiertos.




sábado, 22 de abril de 2017

ÚTILES DE HECHICERA



Empezamos la iluminación del caldero de hielo que me ayuda a adivinar el futuro. Gracias a eso no me llevo grandes sorpresas.





Para que se pueda comprobar que no es ningún truco, está encendido con la luz del día.



 A continuación, mi mano de alquimista, juega un papel muy importante cuando le doy la mano a alguien, puedo saber lo que pretende, si pretende algo, claro.



Estos son los hongos que utilizo para mis más famosos brebajes.Son insípidos y no dejan huella en la sangre. 



 Por supuesto el pequeño Salem, tengo que decir que se pasa la mayor parte del tiempo durmiendo, pero es un potente radar para espíritus y fantasmas que vengan a molestarme. Hay veces que no se han despedido de este mundo y piensan que yo voy a darles un billete de primera al Paraíso. En fin...




Fiesta de brujas, aquelarre no, que eso ya no se lleva. La enfermedades acaban con las brujas igual que con cualquiera. 




Esta os la pongo bien grande para que veáis la araña que hay en medio. No es una mancha. La pena es que tengo una cámara de mierda. Los brebajes y encantamientos no dan mucho dinero.

Bosque de meigas. No encontré a Hansel y Gretel pero sí una mojón de vaca que me sirvió para hacer un trabajito.








Gotas de rocío por la mañana temprano. No hay nada más puro a lo largo del día. Ellas esperan sabiendo que van a desintegrarse, después que alguna mariquita lave su rostro con su agua.




Casa auténtica de bruja mayor. La tomé a escondidas, si se entera de que la cuelgo en internet me matará. Pero ¿Qué es la vida sin un poco de rebeldía? Lo digo porque sé que volveré, nosotras siempre volvemos, por eso no tenemos miedo a la muerte.








Y eso es todo, este potpurrí de fotos se lo dedico a las personas viajeras como yo. Culo de mal asiento, curiosas insoportables. Todas las imágenes pertenecen a muy distintos lugares de la geografía española. El sitio, da lo mismo. Yo, como tengo escoba, no duermo siempre en el mismo lugar.


A ti viajero
vuela lejos, vuela alto,
no te detengas, no mires atrás,
te puedes convertir en estatua de sal.

No estarás seguro con una bruja
no vivirás tranquilo.
Tengo contrato con los animales y las aves del cielo,
un druida me enseñó las artes de la adivinación 
y los árboles son mis hermanos.
Mis secretos, sólo conmigo están a salvo.

Vuela viajero, vuela rápido
sigue adelante, no te pares
tu equipaje es ligero
no te cargues.

martes, 18 de abril de 2017

FUERZA INTERIOR




                “La última vez que dejé que alguien tocara mi alma, me costó más de doce lunas recomponer los pedazos. Fue un viaje iniciático hacia el interior de la vida.”

               Calixta releía con cierta complacencia y nostalgia su registro de experiencias espirituales.  Como buena alquimista no dejó de trabajar en otras sustancias volátiles, en el mercurio de los filósofos, y en todo aquello que guardara un gran secreto. -“Cenizas de pasión”- pensó al recordar ese amor. Cerró el libro de tapas de piel donde no había burilado ningún título, tan sólo una estrella de cinco puntas. Tomó su pequeño saco y salió a buscar valeriana al campo para la mujer del carpintero que andaba un poco nerviosa.

El aire le trajo negatividad, notaba que se acercaba una energía fuerte y malvada, pero no quiso hacer caso.
Alguien la cogió del brazo.
-¡Ya eres mía! –gritó.
El saquito se le cayó al suelo y el sol no la dejaba ver el rostro de Ignacio el Inquisidor General de la provincia.
-¿A quién vas a hechizar esta vez vieja bruja?
-“No soy bruja. Alquimista, tal vez”- pensó, pero…tampoco podía decir nada al respecto. Ella pertenecía a una sociedad secreta, de la cual no debía ni pronunciar su nombre.
-¡Déjeme! Tengo que llevarle este remedio a la mujer del carpintero.
-¡Hechicería! ¡Aquí la tenéis sois testigos de lo que digo!- Dijo, empujando a Calixta en brazos de dos soldados que acompañaban al inquisidor.

Se la llevaron a rastras y en el camino de piedras se le reventó una uña del pie. Sangraba por el empeine, por los dedos. Ese fue el comienzo de la tortura que vendría después. Sabía lo que la esperaba y lo que Ignacio quería de ella. Nunca se doblegó ante sus intentos de someterla a juegos carnales que el inquisidor  la demandaba desde hacía tiempo.
Encerrada en una mazmorra, esperaba la muerte como una salida. Los cátaros la llamaban Endura. Pero se acordó de su maestro Basilio Valentín y  el  código hermético:
RER, un enigma desprovisto de sentido.
RE, ablativo del nombre latino RES, significa cosa.
RERE, la suma de dos RE, dos cosas, BIS
RERE, equivale a REBIS, según su maestro, era el compuesto que va a sufrir sucesivas metamorfosis  bajo la acción del fuego.
Yo soy el compuesto, la materia. El Inquisidor es el fuego, por algo se llama Ignacio”

Después de ser torturada, no lo pudo resistir y se dejó llevar. Escribió en la fría piedra de su celda con su propia sangre “Me entrego al fuego”.

Al día siguiente antes de ser llevada a la sala de tortura, pidió leche y pan. El inquisidor sorprendido bajó a ver a la prisionera.
-Llévame contigo- le dijo ella.
Ignacio sonriendo de satisfacción la llevó a sus dependencias. Ella recibió el fuego de Ignacio y su materia se transfiguró. El inquisidor fue contaminado de pureza y su fuego se apagó. Al tomar verdadera conciencia del mal que había estado haciendo durante años, comenzó a gritar de dolor. Salió corriendo. Calixta soltó sus grilletes y se limpió la sangre. Nadie la detuvo.

El cuerpo de Ignacio se encontró en el barranco donde solía despeñar a sus víctimas. Calixta , sin embargo tuvo que remodelar dentro de sí, todo el mal que le había transferido, la envidia, el abuso, el miedo…
En su libro secreto escribió:

“Aquel día no dejé de ser consciente de mi humanidad, de mi  dolor, de  la lucha, de vivir en definitiva. En mis muñecas llevo las cicatrices de mi fuerza interior



jueves, 23 de marzo de 2017

ME GUSTAS





Me gusta mirar lo que tus ojos enfocan,
las calles estrechas,el árbol desnudo,
el moho de las viejas piedras grises,
la sonrisa de los niños.

Me gustan tus frases hiladas con la locura de la mañana.
Me gusta tu reflejo en el cristal
tu rostro distraído en el descanso de la tarde
tu torso dormido sujetando la almohada.

Me gusta la suave cadencia de tus instintos
cuando reclaman amor,
y preguntas a las flores 
si estaré mañana para oler a tu lado el perfume de nuestras ansias.
Me gustas con tus derretidas alas de cera
y el impulso interior de alcanzar el sol.
¿Para qué, ídolo mío, si tú ya brillas tal cual eres?

Me gusta que desates mi lengua profana,
iniciando así, esta danza de placeres que de ti emanan.
Me gustas porque sí
y sin pedirte nada.

Me gustas porque siendo como eres
alteras mi bendita calma,
extiendo los brazos y no alcanzo
a tocar lo que rumian tus sienes.
Te quiero libre para huirnos
cuando la oscuridad nos apague las ganas.

Me gustas tú,
me gustas. 
                           ©Io_lanthus







  Draper Herbert James Mourning for Icarus







miércoles, 8 de febrero de 2017

OFELIA, PÁLIDA BELLEZA

ANTOINE AUGUSTE ERNEST HÉBERT
(1817-1908)
OPHELIA 1876



Ofelia,
pálida belleza.
Flor mancillada por un héroe egocéntrico.
-Yo la amaba- le dijo a Laertes
Eso es todo lo que lloró, con sonido huero.

Días aciagos para las Rosas
que sólo podían ser transportadas
de su jardín, al florero, donde,
después de arrancarles el alma, con suerte medrarían.

Pero la suerte es un lapso esquivo:
al mirarte desde una esquina,
 bostezando se marchó.
El más alto estamento abrazó tu cuerpo
prometiéndote  desmadejada y rendida en el lecho
el  sacrosanto voto de eterna unión.
Por su boca caprichosa, perniciosas palabras salían
que tú traducías en amorosas promesas.
Ya tu hermano y tu padre te advirtieron
en vanos intentos de atarte lo que en tu cabeza ya andaba suelto.
Y quien puede parar el florecimiento de la hermosura,
su olor y  la  frescura, que está pidiendo ser amada.

Unos dicen que enloqueciste por el asesinato de tu padre, tu carcelero.
Pero todas las Rosas del jardín, a coro, cantaban que fue Hamlet quién
 rompió tu castidad , tu cordura  y tu corazón.

Y aún se pregunta el poeta en la voz de Laertes:
Cómo el juicio de una joven puede ser tan débil como el cuerpo de un anciano.
Cada vez te enterraban más hondo y aún no estabas muerta.
Así mandaban los usos y costumbres de la época.

Ofelia, no es Ofelia.
Es escaparate de Rosas perdidas
espejo de prudentes niñas, que confiadas, escuchan los dolores fingidos del amante, los  halagos, las  sutilezas y ellas presurosas se desviven  por darles un consuelo que no les aprovecha nada.
Ida tu razón cantabas delante del rey y la reina:
-Pues juro a Dios que no es una acción villana -contestó la doncella-
Porque antes de tenderme en el lecho, prometiste unirte en sacrosanto matrimonio.
Repuso él:
-Y tal hiciera, por la luz del sol, si no te anticiparas a mi tálamo.

Ofelia ahogada de amor y de pena.
Tu cuello rodeado de aromáticas hierbas.
Al jardín del que fuiste arrancada ya no pudiste volver,

y los álamos lloran tu ausencia y las flores te recuerdan.



JOHN EVERETT MILLAIS (1829-1896)
OPHELIA  1852

Afortunadamente las Rosas de hoy tienen muchas y grandes espinas.
Se ha trastocado la pasividad en lozana alegría.
Piensan, deciden, actúan.
Aunque por desgracia todavía algunos se empeñen en deshojar su valentía.



ABSTRACTION WHITE ROSE 1927
BY GEORGIA  O`KEEFFE